La educación igualitaria es injusta0

1583 16/05/2006, 12:41   

R. MORENO CASTILLO, PROFESOR; AUTOR DEL 'PANFLETO ANTIPEDAGÓGICO'

Tengo 55 años: lo mejor de la madurez es que aprecia a los clásicos. Nací en Madrid. Soy padre emancipado de sus dos hijos. Leo teología sin ser creyente. Soy votante del PSOE, por eso me duele su política educativa. Para dejar de estar suspendidos en educación hay que recuperar la memorística, la disciplina, la exigencia, y repetir cursos

PANFLETO ANTIPEDAGÓGICO (pdf). Ricardo Moreno Castillo

- ¿Cuál es el primer problema de nuestra educación?

- Que la educación igualitaria es injusta. En realidad, penaliza a los alumnos que quieren estudiar y tampoco consigue que los que no quieren aprender aprendan.

- No todos tienen las mismas capacidades.

- La falta de talento del alumno puede suplirse con mayor dedicación del profesor, pero ése no es el problema. Nuestro sistema educativo fracasa no porque a algunos estudiantes les cueste más aprender, sino porque a unos cuantos no les da la gana de estudiar.

- ¿Unos cuantos?

- Sí, que perjudican al resto, y, como la ley nos obliga a aprobarlos y, a la segunda, pasarlos de curso, pues toda la clase se resiente, y por eso, entre otras cosas, estamos a la cola en la competencia escolar en Occidente.

- ¿Cómo lo solucionaría usted?

- La solución para evitar que cuatro o cinco alumnos que no quieren estudiar lastren al conjunto sería adelantar la edad de elección de la formación profesional.

- ¿Cómo?

- Yo creo que se debería separar a los alumnos desde los doce años y no obligar a todos a estudiar ESO hasta los 16. Así, quien quisiera podría acceder a una formación profesional a los doce y no se vería luego obligado a ser mano de obra barata a los 16.

- Pero a los doce años no sabes qué quieres.

- Ésa no debería ser una decisión definitiva, sino reversible en cada curso. Siempre habría de darse al alumno la posibilidad de reintegrarse en el bachillerato académico, que debería durar desde los doce hasta los 18 años.

- ¿Cambiaría más cosas del programa?

- Hay que memorizar más. Tenemos que recuperar la memoria en el aula. La pedagogía que se considera moderna ha desprestigiado la memorística y afirma que lo importante no es memorizar, sino saber razonar...

- ¿Acaso no es cierto?

- Eso es una sandez. Es imposible memorizar sin razonar y viceversa. Algunas estructuras básicas del saber tienen que memorizarse y punto, y sólo hay una manera: aprenderlas de memoria. Sí, memoria: mecánicamente.

- ¿Quiere volver a recitar los reyes godos?

- Me conformaría con que los chavales supieran de memoria los últimos reyes de España al menos desde los Reyes Católicos.

- Luego todo se olvida.

- Sí, pero si usted alguna vez supo algo y lo ha olvidado, al menos puede consultar y recordarlo, pero si nadie nunca se lo enseñó, entonces ya no sabrá buscarlo en ningún sitio. Será usted un ignorante absoluto.

- Pero si el alumno pone buena voluntad...

- Ése es otro error pedagógico: la buena voluntad no es suficiente. Sólo es suficiente el éxito. ¿Qué le pide usted a su médico? ¿Que le cure, o se conforma con que lo intente?

- Espero de él que me cure.

- Pues al estudiante, si apuestas por su futuro de verdad, hay que pedirle resultados desde el primer día y no sólo buena voluntad.

- Hay que motivarlo.

- Otra tontería. A los estudiantes hay que exigirles disciplina. La motivación es otro de los mitos pedagógicos cargados de buenas intenciones que han llevado a la cola de Europa a nuestro sistema educativo.

- Pero la ilusión mueve montañas.

- La disciplina mueve montañas. El niño no puede ilusionarse aprendiendo la tabla de multiplicar, porque la encontrará aburridísima, y lo es, pero el profesor debe disciplinarlo y hacérsela aprender, porque ése es el único camino para saber multiplicar un día.

- ¿Pide usted la vuelta del castigo?

- Pido la vuelta a las aulas del respeto al profesor y quiero que también regrese la educación, entendida como subordinación del egoísmo al interés general. Pido que los estudiantes recuperen los modales y dejen de rendir culto a sus propios y pueriles caprichos.

- ¿Así reduciría el fracaso escolar?

- Existe mucho más fracaso escolar del que se denuncia y, lo que es peor, incluso quienes cumplen los objetivos - siguiendo la jerga pedagógica en boga- tal vez sí los cumplan, pero aun así sufren grandes lagunas cognitivas.

- Kant pedía que no enseñáramos filosofía, sino que enseñáramos a filosofar.

- Kant dijo eso, pero hizo lo contrario. Dedicó toda su vida a leer filosofía y sólo se atrevió a publicar La crítica de la razón pura cuando ya tenía 57 años. Así que Kant estudió mucha filosofía antes de filosofar.

- Los padres también sufren lo suyo.

- Están despistados por el sistema. Antes sabían que el chaval debía apretar para no ir a septiembre y en septiembre para no repetir. Como ahora hay que pasarles de curso de todos modos, creen que la holgazanería de sus hijos no lo es tanto, puesto que aprueban.

- Pero la pedagogía...

- La pedagogía se utiliza como una jerga irrelevante para enunciar lo obvio. Un profesor tiene que dominar su materia y luego aprenderá a enseñar, porque a enseñar no se enseña, como tampoco se enseña a amar o a tener amigos. Sólo la experiencia es maestra.

- Su manifiesto diríase reaccionario.

- Es puro progresismo, lo que sucede es que cuestiona los manidos clichés bienintencionados, pero erróneos, que han fundado nuestras reformas educativas y sus fracasos.

- ¿Y la religión?

- No tiene cabida en el aula de todos. Pertenece a la esfera de lo privado. Imagínese a un profesor diciéndole a los hijos de una pareja homosexual que la homosexualidad es contra natura. Otra cosa es la historia de las religiones, que sí se puede enseñar.

- ¿Y la filosofía sí que cabe?

- Enseñar a pensar es algo de lo que todos estamos muy necesitados.


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